Ninotchka Matute [Guatemala]
Los procesos de urbanización a nivel mundial se han acelerado en las últimas décadas, lo que ha significado que el 54% de la población mundial vive en ciudades (según datos de la Organización de las Naciones Unidas) y se espera que este porcentaje siga creciendo.
Guatemala es uno de los países con el menor proceso de urbanización de la región centroamericana, con 51% de población urbana contra un 75% de Costa Rica por ejemplo, este rezago en términos de desarrollo de ciudades es a la vez una oportunidad para el exponenciar el desarrollo social y económico del país, dado que es en las ciudades donde se produce más del 75% de la riqueza a nivel mundial.
El proceso de urbanización es un proceso que parece irreversible, aún en medio de la pandemia provocada por el COVID-19, que ciertamente puede provocar una desaceleración del fenómeno urbano pero no así su desaparición, por tanto la importancia del tema es relevante para Guatemala, donde se han identificado una serie de ciudades intermedias que ya avanzan en este proceso, Quetzaltenango, Cobán, Retalhuleu , Zacapa, Huehuetenango, Puerto Barrios, San José, La Antigua Guatemala, Flores Petén son ciudades intermedias que generan una importante dinámica social y económica alrededor de ellas que deben ser valoradas por las comunidades locales en el interior del país, dado que este proceso de urbanización es una oportunidad de desarrollo económico para las comunidades, sí y sólo sí se llevan delante de la mano de una adecuada planificación urbana para que este crecimiento de las ciudades no se transforme en centros de pobreza urbana.
"La producción de nuevas industrias y servicios relacionados con las ciudades intermedias, pueden generen prosperidad en un sistema integrado entre los municipios aledaños, conformando una colaboración intermunicipal en una relación metropolitana "
Los procesos de urbanización son una oportunidad para promover la descentralización de los gobiernos locales, que lleven adelante una adecuada planificación de estas ciudades que tome en cuenta la creación de barrios de usos mixtos con áreas para vivir, oficinas, comercio y ocio a distancias caminables. Que fomente programas de vivienda accesible y un diseñe un adecuado plan de movilidad sostenible y multimodal que priorice los desplazamientos a pie, en bicicleta o patinetas, en combinación de sistemas de transporte masivo, trenes, tranvías, BRT (bus rapid transit) podrán generar nuevos centros de desarrollo sostenible, sustentados en la producción circular que fortalezca las economías locales y promueva la innovación en áreas como el turismo regenerativo en equilibrio con el medioambiente y la integración de la sabiduría ancestral en temas de salud y cultivos sostenibles.
La producción de nuevas industrias y servicios relacionados con las ciudades intermedias, pueden generen prosperidad en un sistema integrado entre los municipios aledaños, conformando una colaboración intermunicipal en una relación metropolitana que se transforme en el motor de desarrollo del país a través de la urbanización de las ciudades intermedias.
Entender el enorme potencial que la urbanización tiene para impulsar el progreso de una nación resulta clave para las autoridades pero también para los ciudadanos que deben asumir un rol mucho más activo en estos procesos. Finalmente son los usuarios los que mejor conocen sus necesidades y actualmente vivimos tiempos propicios para implementar el desarrollo de abajo hacia arriba, la voz de la gente está más vigente que nunca.
Ninotchka Matute
Mayo 2020
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