Por ahí por el mes de abril de… este 2020, en medio del desconcierto global y el desbalance personal, en medio de la incertidumbre y del giro total de las cosas, de manera extraordinaria se combinaron para mí dos de mis más grandes pasiones, la ciudad y las letras, dando lugar a HiperUrbana, un portal de encuentro para todos aquellos que quisieran compartir conmigo, con todos, su experiencia particular con la Ciudad, así con mayúscula.
Es que la Ciudad no sólo es una pasión, muchos años de reflexión, estudio y análisis me permiten decir con certeza que la ciudad es, en efecto, el portal capaz de transformarnos y acercarnos hacia la utopía que nos mueve como especie humana, la de un mundo mejor, menos desigual, más justo, más compasivo con la naturaleza y con los animales, un mundo más hermoso.
Hace algunos años escuché hablar sobre Ontological Desing, un concepto maravillosamente descrito por la elocuente personalidad de Jason Silva, un presentador actual, fiel representante de la primera generación de millennials, que a través de sus videos tan actuales como futuristas, nos da pinceladas de la buena filosofía del Siglo XXI.
“Lo que diseñamos nos diseña a nosotros de vuelta” en un especie de loop infinito y poderoso..."
El Diseño Ontológico nos hace ver la forma en que el diseño define y transforma la perspectiva de la realidad y lo instala como un elemento activo y para nada pasivo. “Lo que diseñamos nos diseña a nosotros de vuelta” en un especie de loop infinito y poderoso que nos permite tener consciencia sobre el enorme impacto que la arquitectura y el diseño tienen sobre las personas y la forma en que vivimos en las ciudades que construimos. Y entonces surge ahí una nueva obsesión para mí, la de querer expandir esta consciencia a otras esferas, más allá de la de especialistas diseñadores o arquitectos porque al final la ciudad la vivimos o la padecemos todos y es justamente en la ciudad donde tenemos la gran oportunidad para mejorar nuestra forma de vivir y de relacionarnos con el enorme potencial que eso implica para el desarrollo de mejores comunidades, mejores ciudades, mejores y más dignas naciones para sus ciudadanos.
HiperUrbana responde a esta obsesión y busca reunir en sus páginas diversas visiones de ciudad, ya no solo desde la de los expertos si no desde la diversidad de profesiones, edades, nacionalidades para expandir la consciencia y evidenciar que es en las ciudades, en el espacio público, en las calles y plazas, en los barrios, donde todos y cada uno de nosotros habita, transita, se reúne, se relaciona, disfruta o sufre su ciudad.
Terminamos este año, inesperado, en el que el tiempo se detuvo pero también voló, en el que nos percibimos solos y valoramos la compañía, en el que el encuentro y el abrazo franco se volvieron prohibidos, en el que nos sentimos infectables e infecciosos, en que vimos la ciudad desde adentro en el encierro mientras la naturaleza respiró profundo sin nosotros acechando, donde pudimos volver a ver la arquitectura de los edificios normalmente cubiertos por el humo y la bulla urbana-humana.
Se va el 2020 y en medio de tanta angustia, de tanta pena de tanta incertidumbre me detengo en estos minutos finales para agradecer el estar aquí, el haber podido entrarle con todo a la “reinvención” y seguir creando espacios de encuentro, aprendizaje y convivencia. HiperUrbana vio la luz este año complejo, complicado y retador pero en el que me sentí acompañada por cada uno de quienes se sumaron a este anhelo de seguir haciendo y compartieron conmigo y con todos sus experiencias de ser híper urbanos en un mundo que parecía encaminado irremediablemente a la debacle, por el contrario hoy podemos celebrar este encuentro en el que contamos con veinticuatro artículos cada uno con su propia visión y narrativa, con una crítica pero también con una propuesta.
"Se va el 2020 y en medio de tanta angustia, de tanta pena de tanta incertidumbre me detengo en estos minutos finales para agradecer el estar aquí, el haber podido entrarle con todo a la “reinvención” y seguir creando espacios de encuentro, aprendizaje y convivencia."
Agradezco hoy a Raúl Monterroso que con su Filosofía para la sostenibilidad, para no filósofos nos hizo un llamado de atención a la manera en que el consumismo nos ha transformado y definido pero sobre todo una invitación para que los arquitectos asuman su responsabilidad como gestores sociales, económicos y ambientales de las nuevas ciudades.
Agradezco a Mariella Argüelles que desde Chile, nos compartió la experiencia de quien migra de una ciudad a otra y sufre la condena de amar ambas y extrañar una cuando se está en la otra, añorando el paisaje, soñando el reencuentro y sobre todo anhelando la justicia en ciudades para todos.
Gracias a Gabriela García, que en sus palabras nos lleva hacia el deseo de ser parte de un barrio donde se pueda salir a caminar, a jugar con los niños a la plaza, de ir caminando a la tienda de dejar el carro y perderse en las cuadras del vecindario y al final nos invita a que nos atrevamos que salgamos a la calle a caminar, a respirar y vernos las caras.
Raúl Monterroso, Mariella Argüelles, Gabriela García.
Y cómo no agradecer el gran honor que me ha dado Carmen Matute, Premio Nacional de Literatura, enorme poeta y además mi tía, que nos deleita con su oficio de escritora, con la melancolía de quien revisita las calles de la historia en una ciudad que ha albergado a poetas atormentados, pintores alucinados, modistas de barrios. Un recorrido por la que llama “ciudad de mis pesares” que ha amado, sufrido y padecido.
Un gracias muy especial para Jorge López, que desde Santiago de Chile y con talentosa y bella brevedad nos comparte esa ruta que a veces nos toca hacer desde la ciudad original hacia los nuevos barrios lejanos y bellos con “más apariencias, con menos risas, con más apellidos, con menos apodos”…
Desde Costa Rica, Franklin Solano sumó con su visión y experiencia no solo a HiperUrbana si no a la reflexión imprescindible sobre los retos que el coronavirus ha impuesto sobre la vivienda, las enormes desigualdades se hacen evidentes cuando el mandato sanitario es el distanciamiento entre personas y el lavado de manos, además del teletrabajo requerimientos que para la gran mayoría de población que vive en condiciones precarias resultan muy complicados. Nos llama a tener presente esas grandes brechas sociales que la pandemia ha venido a evidenciar. Muchas gracias Fran, por este aporte tan relevante.
Carmen Matute, Jorge López, Franklin Solano.
El amor es un tema que se ha trivializado y que muy pocas veces se interpreta desde una perspectiva de reconstrucción. Jorge Villatoro de Guatemala, nos provoca a aprovechar el receso que la pandemia nos ha impuesto para reflexionar sobre la ciudad vacía y aprovechar la oportunidad para reordenar prioridades y empezar de nuevo cambiando el concepto de ciudad por el de refugio, un lugar que cuida y protege a sus habitantes, una ciudad con más amor. Muchas gracias Jorge por poner en la mesa este nuevo y a la vez antiguo paradigma.
Gracias Ana Carpio, guatemalteca residente en California, nos impacta con “Animal Herido”, así de intensa su experiencia en el reto enorme y peligroso de ser mujer y movilizarse en el transporte público de la Ciudad de Guatemala, el animal herido que amenaza y ruge a todo aquel que ose circular por ella. Pero también nos ilumina con la calidez de la convivencia humana que solo se da en ese contacto cercano compartiendo espacios y medios de transporte con la gente. La necesidad de mejorar y dignificar el transporte público es un reto que queda abierto para lograr así recorrer juntos como sociedad mejores caminos.
Albert Tidy, arquitecto chileno de importante renombre, escribe con oficio un interesante artículo titulado “Edificios que Curan” un recorrido por el proceso de diseño del maestro Alvar Aalto para el Sanatorio de Paimio, una obra de arquitectura que supo poner el diseño al servicio de la salud poniendo en perspectiva los movimientos higienistas que ante los retos del nuevo Covid-19 nos muestran una hoja de ruta para el resurgimiento de una arquitectura capaz de integrar en su concepción elementos como la orientación, la ventilación y el color para promover el mejoramiento de la salud de los enfermos. Un llamado también al gremio para diseñar respondiendo a las verdaderas necesidades de las personas, teniendo presente la “dimensión humana” que debe tener la arquitectura. Infinitas gracias Albert por sumar tanto valor y ser parte de HiperUrbana.
Jorge Villatoro, Ana Carpio, Albert Tidy.
Muchas, muchas gracias a Ramón Monteiro, que escribe desde la Ciudad de Río Cuarto en Córdoba Argentina. Un recorrido histórico desde la creación de Río Cuarto una ciudad intermedia en las áreas centrales de la Argentina con un pasado portentoso y un presente basado en una importante actividad económica y representado por la energía joven de los estudiantes universitarios comprometidos por las causas de su época y que representan el presente y el futuro de Río Cuarto.
Y cómo no darle las gracias a la joven Vivian Díaz de Guatemala, que compartió con nosotros todas las vivencias que le llevaron a dejar el automóvil para movilizarse en bicicleta, aprovechando las posibilidades que la pandemia dio en la pacificación de la ciudad. Un proceso difícil por la carencia de infraestructura adecuada en la ciudad para movilizarse en bici, el temor y la vulnerabilidad de una chica joven en una ciudad tan hostil. Vivi, queda a la expectativa de poder sumar y sumarse a iniciativas de ciclistas con la esperanza de poder implementar esta forma de transporte en Guatemala.
Un privilegio contar con la maestría escrita de uno de los mejores conversadores que conozco, Patricio Koronios que desde Chile, escribió un delicioso artículo que se pasea por la historia de algunos monumentos emblemáticos de Santiago, mezclado con sus recuerdos de niñez hasta llegar a eventos históricos recientes en que la ciudad se ha convertido en el escenario vivo de los clamores ciudadanos como el estallido social en octubre de 2019 que ha marcado de manera muy importante, no solo el devenir político del país si no también los espacios públicos urbanos, como la Plaza Italia, hoy llamada Plaza Dignidad. Muchas, muchas gracias Pato.
Ramón Monteiro, Vivian Díaz, Patricio Kornios.
Muy agradecida con este aporte desde Guatemala de Carlos Rivera que nos llevó por el relato de la experiencia urbana de tres jóvenes en una ciudad de contrastes donde el concepto Ciudad Millennial, que nos hace creer en una ciudad moderna y globalizada, poco tiene que ver con la realidad de muchos habitantes que viven excluidos de los servicios, la accesibilidad a la tecnología y los recursos en una de las ciudades más desiguales del mundo.
Doblemente agradecida con Osmin Avalos por haber aportado a este espacio con dos interesantes artículos, el primero escrito desde su estancia en Barcelona y el segundo ya de regreso en Guatemala. Osmin nos habla de sus “Paisajes Flotantes” el proyecto de grado presentado con honores en el Master In Advanced Architecture del Institute for Advanced Architecture of Catalonia. Una propuesta innovadora que propone el uso de la tecnología para la creación de ciudades más flexibles y resilientes, una excelente propuesta en tiempos del cambio climático.
En su segundo artículo, Paradigmas 2021- 2030 Osmin nos sigue invitando a ver el futuro con interesantes propuestas basadas en las nuevas tecnologías digitales para el trabajo a distancia que la pandemia nos hizo experimentar y que abre nuevas formas de certificarse, trabajar y cobrar en un futuro cada vez más cercano, que si bien nos limita las fronteras físicas en tiempos de pandemia, nos abre posibilidades infinitas a través de las nuevas tecnologías.
Coincidiendo con dos devastadoras tormentas que afectaron Centroamérica este año, Giovanna Maselli de Guatemala nos hace reflexionar sobre la necesidad de contar con una “Ciudad Segura” la planificación y el ordenamiento territorial y la inclusión de espacios públicos y áreas verdes se plantean como oportunidad para construir ciudades resilientes capaces de hacerle frente a las múltiples amenazas que hacen de nuestro territorio uno de los más vulnerables del planeta. Mil gracias por compartir esta valiosa visión.
Carlos Rivera; Osmin Avalos, Giovanna Maselli.
Desde Honduras compartieron con nosotros Ana Julin y Rafael Valladares, observando la oportunidad que existe en el desarrollo de las ciudades intermedias para mejorar la calidad de vida de sus habitantes a través de la implementación de espacios públicos de calidad. Nos hicieron ver también, la relación directa que la ciudad tiene con la salud mental, mejorando de manera sustancial la salud de las personas con resultados obtenidos en la transformación de calles y espacios para la gente en las ciudades de Comayagua y Danlí. Muy agradecida con este aporte tan valioso.
Finalmente les agradezco a cada uno de nuestros lectores permitirme compartirles mis reflexiones sobre nuestra realidad como seres híper urbanos, muy tempranamente, al inicio de la pandemia, mi perspectiva de los nuevos retos que el coronavirus ha impuesto a la arquitectura y a las ciudades hacia una nueva normalidad, la manera en que la “urbis” lo construido, se ha alejado de la “civitas” el ser humano y sus necesidades, mi trauma al salir a la ciudad asolada por el toque de queda, el aislamiento y la paranoia de nuestra vulnerabilidad que el virus nos ha evidenciado en “CoronaCity”. Compartí también a través de un mea culpa, mi compromiso para nunca más generar espacios de participación en los que las mujeres no estén presentes asimilando el imprescindible hashtag #NoSinMujeres a través del artículo “Mujeres Expertas” y finalmente una relación poco visitada en la que explico la manera en que la forma en que están diseñadas las ciudades afecta no solo el comportamiento de las personas sino incluso su autoestima, una referencia más al diseño ontológico que exponía en las primeras líneas de este escrito.
Ana Julin, Rafael Valladares, Ninotchka Matute.
Hace un año no imaginábamos los retos que nos traería el 2019, un año duro, retador pero también lleno de lecciones y aprendizajes en que tomamos consciencia de nuestros privilegios que nos permitieron tener acceso a gran cantidad de conocimiento, de escuchar grandes intelectuales y profesionales del mundo, en conferencias de primer nivel y de forma gratuita a través de las plataformas virtuales, confirmamos que no es necesario impactar el medioambiente ni nuestra calidad de vida movilizándonos innecesariamente, dimos un respiro a la naturaleza, valoramos lo que tenemos y juntos creamos comunidades y espacios valiosos como HiperUrbana.
Cierro hoy este año sintiéndome acompañada por cada uno de ustedes, los que escribieron, los que leyeron y los que juntos vencimos el “miedo escénico” para conversar en directo en nuestras deliciosas charlas en vivo “Conversemos de Ciudad”.
Gracias es la palabra clave en este último día del año 2020, bienvenido el 2021, nos volveremos a encontrar en las pantallas y más temprano que tarde, volveremos a las calles y a las plazas para seguir el camino compartido de una humanidad que no para de crecer.
Sinceramente,
Ninotchka Matute R.
Diciembre, 2020.-
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